miércoles, octubre 31, 2007

Existencia

Inspiro.







Callo






Siento.

El viento mece las hojas.

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viernes, octubre 26, 2007

La gracil dama del septimo vagon

Al estar en la fila de espalda delante mio, no vi tu mas preciado tesoro, solo me percate de el cuando ibamos mezclados entre la muchedumbre, al cruzarse nuestras miradas pude ver aquellos ojos color miel, que le daban el toque de perfeccion a tan bello rostro. Pasaron una, dos, tres estaciones, mi corazon se acelero, juntando el valor necesario para interrumpir tus pensamientos, pregunte quien era la dueña de tan bellas y dulces joyas de miel, me respondiste con una sonrisa, solo atine a halagarte, y a decir que era un afortunado, al disfrutar de tanta belleza, en tan cosmopolita y extraño lugar. Hablamos un poco, y asi como apareciste, te despediste mientras eras rapidamente empujada por la muchedumbre al abrirse las puertas y detenerse el tren en la estacion siguiente.
Ojala te vea pronto, y puedas regalarme otra sonrisa, habra eso si en ese momento una diferencia, ya que ahora se por quien nombrarte.

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viernes, octubre 19, 2007

Soledad

Cual condor cruzo los cielos, siento al viento golpeando mi rostro, recorriendo mi cuerpo. En solitario me encuentro suspendido en el aire, miro a mi alrededor, nadie me acompaña, solo mi propia respiracion, y el aire frio que me envuelve. Veo las montañas a mis pies, son hermosas.
Trato de comprender mi vida, pero a veces son tan esquivas las respuestas que no intento entender, mi pecho se aprieta, mi eterna acompañante, la soledad, me acompaña nuevamente en mi camino.
Solo me tengo a mi, cual guerrero listo para la batalla, me preparo a enfrentar mi destino, es tan fugaz el aliento de vida que tenemos, que cada segundo cuenta.

Recuerdos y sentimentos inundan mi alma, son las unicas posesiones que me quedan, sensaciones de momentos vividos acaparan mi mente, pero es inutil tratar de alcanzarlos.
Es tiempo de avanzar, miro hacia el horizonte y conduzco mi vuelo tratando de encontrar mi destino, siento al viento acariciar mis manos, una lagrima recorre mi mejilla, no se porque esta ahi, solo se que es el reflejo de mis emociones, mis sentimientos, de mi alma.
Tata Inti, acoge a tu hijo en tu seno, envuelveme en el calor de tus brazos, necesito descansar mis alas, ya que el vuelo a sido largo. Han sido largas jornadas en las alturas. Necesito descansar, necesito tu calor, Tata Inti, escucha mi ruego, Tata Inti, tu hijo te necesita, llename de tu energia, de tu luz, Tata Inti, recibeme en tus brazos, Tata Inti...Tata Inti.


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lunes, octubre 15, 2007

Seminario Aikido Sabado 20 de Octubre Santiago, Chile

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lunes, octubre 08, 2007

Como una estrella fugaz

A veces al mirar al cielo, repentinamente y de manera sorpresiva aparecen estos bellos regalos de la naturaleza recorriendo el firmamento, asi mismo tambien las personas aparecen en nuestras vidas, solo tenemos que mirar en el momento adecuado. Coincidencia, destino, o simplemente casualidad, no lo se, lo unico importante es que estos regalos de la vida debemos saber apreciarlos.
Gashoo

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domingo, octubre 07, 2007

Aprecio la vida

A cada paso que doy, con cada momento que pasa, he aprendido a apreciar la vida en cada aliento.
Te quiero mucho. Gracias por mostrarme la belleza de la senda que recorro y por haberme enseñado a amar.
Tu humilde servidor.
Gashoo

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sábado, octubre 06, 2007

La Via del Samurai

Camino solo por la senda del guerrero, enfrentando mi destino, perfeccionando cada dia mi arte, fortaleciendo el espiritu a cada paso que doy, entregandome a los designios de la via.
Soy un ronin, sin un señor a quien proteger, mi espada esta a disposicion de la justicia, para proteger al justo, y blandirla para cuidar al inocente con el filo de mi amor.
Mi protectora es la luna, quien vela mis sueños en cada noche que pasa. Mi mensajero es el viento, quien lleva en un susurro mis pensamientos.
Muero y me consumo a cada instante, en un constante renacer y morir.
Protejo con mi vida a los que amo ya que no le temo a la muerte. No pido nada, solo me entrego a tu voluntad, para asi poder cumplir mi mision.
Asi camino por la via, con Justicia, Serenidad, Benevolencia, Cortesia, Lealtad, Devocion y Abnegacion.
Este es mi credo

No tengo parientes
Yo hago que la Tierra y el Cielo lo sean.
No tengo hogar
Yo hago que el Tan T'ien lo sea.
No tengo poder divino
Yo hago de la honestidad mi poder divino.
No tengo medios
Yo hago mis medios de la docilidad.
No tengo poder magico
Yo hago de mi personalidad mi poder magico.
No tengo cuerpo
Yo hago del estoicismo mi cuerpo.
No tengo ojos
Yo hago del relampago mis ojos.
No tengo oidos
Yo hago de mi sensibilidad mis oidos.
No tengo extremidades
Yo hago de la rapidez mis extremidades.
No tengo leyes
Yo hago de mi auto-defensa mis leyes.
No tengo estrategia
Yo hago lo correcto en la vida es mi estrategia.
No tengo ideas
Yo hago de tomar la oportunidad de antemano mis ideas.
No tengo milagros
Yo hago de las leyes correctas mis milagros.
No tengo principios
Yo hago de la adaptabilidad a todas las circunstancias mis principios.
No tengo tacticas
Yo hago del vacio y la plenitud mis tacticas.
No tengo talento
Yo hago que mi astucia sea mi talento.
No tengo amigos
Yo hago de mi mente mi amiga.
No tengo enemigos
Yo hago del descuido mi enemigo.
No tengo armadura
Yo hago de la benevolencia mi armadura.
No tengo castillo
Yo hago de mi mente mi castillo.
No tengo espada
Yo hago de mi No de mi mente una espada.

Gashoo

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miércoles, octubre 03, 2007

El Valor de las Cosas

"Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?"
El maestro, sin mirarlo, le dijo:-Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después...- y haciendo una pausa agregó Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.-E...encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas.-Bien-asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho, agregó- toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete ya y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.
El joven tomó el anillo y partió.Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo.Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.
En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, y rechazó la oferta.Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su fracaso, monto su caballo y regresó.Cuánto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro. Podría entonces habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.
Entró en la habitación.-Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.-Que importante lo que dijiste, joven amigo -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él, para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuanto te da por él. Pero no importa lo que te ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar.El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:-Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.-¡¿58 monedas?!-exclamó el joven.-Sí -replicó el joyero- Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... si la venta es urgente...
El Joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.-Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto.
¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.

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