La gracil dama del septimo vagon
Al estar en la fila de espalda delante mio, no vi tu mas preciado tesoro, solo me percate de el cuando ibamos mezclados entre la muchedumbre, al cruzarse nuestras miradas pude ver aquellos ojos color miel, que le daban el toque de perfeccion a tan bello rostro. Pasaron una, dos, tres estaciones, mi corazon se acelero, juntando el valor necesario para interrumpir tus pensamientos, pregunte quien era la dueña de tan bellas y dulces joyas de miel, me respondiste con una sonrisa, solo atine a halagarte, y a decir que era un afortunado, al disfrutar de tanta belleza, en tan cosmopolita y extraño lugar. Hablamos un poco, y asi como apareciste, te despediste mientras eras rapidamente empujada por la muchedumbre al abrirse las puertas y detenerse el tren en la estacion siguiente.
Ojala te vea pronto, y puedas regalarme otra sonrisa, habra eso si en ese momento una diferencia, ya que ahora se por quien nombrarte.
Etiquetas: Mi alma, Otro dia en mi paraiso
5 Comments:
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Que misterioso es el destino... toparnos con desconocidos que nos desvelan de solo recordarlos.
Ojala que vuelvas a ver a tu dama gracil del septimo vagon.
Cariños!
Eso es lo que llamo las coincidencias divinas... Contemplar y halagar la belleza es un gesto muy noble...
No importa el lugar, ni el momento, Sólo pasa... La vida siempre nos tiene preparado algo...
=)... Gracias por pasar a mi sitio...
Parece un cuento o una bella historia, la belleza nos desvela y es un transito maravilloso a un ecuentro o desecuentro con nosotros mismos, ojala encuentres a tu doncella, que este dispuesta a compartir tus sueños.
Publicar un comentario
<< Home