Paso a paso recorro mi senda

Junto a mi eternos acompañantes. Uno de ellos es el Viento, quien en sus susurros trae las voces del silencio y el murmullo de las olas, que a pesar de que no las veo las puedo sentir a la distancia. Con su brisa acaricia mi rostro, y con el comparto mis pensamientos, mis temores, mis anhelos y mis desdichas.

Tambien me acompaña la Luna, quien me observa desde lo alto, llenandome de su palida luz, iluminando tenuamente mi camino, cual estrella guia cubierta en su blanco velo. Tiernamente me acaricia con sus brazos, a cada paso que doy.

Asi voy recorriendo, paso a paso, esta nueva senda, junto a mis dos inseparables compañeros.

Que me depara el destino, no lo se, solo voy donde me llevan mis pies, en silencio.